
Emociones
Las emociones hacen parte de la naturaleza del ser humano, una emoción lleva a una conducta lo cual influye determinantemente en las relaciones de los seres. En un principio los códigos de ética y moral se encargaron de categorizar las emociones en buenas y malas, exigiendo conductas concordantes con lo determinado como bueno y penalizando sus opuestas. Así la rabia, los celos, el temor, la ira, la tristeza, se determinó que no debían ser expresadas ya que entraban en la categoría de malas, la gente con el temor de infringir el código, siguió sintiéndolas pero no expresándolas, su única opción fue reprimirlas sintiendo culpa cada vez que aparecían.
Esta historia que narro en tiempo pasado continúa totalmente vigente en pleno siglo XXI, años de represión han hecho que el ser humano se sienta tan molesto, esté tan lleno de veneno que finalmente hace estallar la bomba atómica, mata en un estadio de fútbol o extermina a una comunidad que por décadas fue su vecina pacífica.
Años de adiestramiento en no permitir la expresión de las emociones han dividido al ser humano, toda su energía está polarizada, él siente una emoción pero su código dice que es mala así que su única opción es reprimirla, llevarla al inconsciente y crear un conflicto entre lo que se siente y lo que se debería sentir, entre lo que se le permite hacer y lo que desearía hacer. Por esta razón su energía se divide, se emplea mucha vitalidad para reprimir la ira, el odio, el rencor, la sensualidad, la frustración; esta vitalidad podría ser empleada para mantener la salud o desarrollar un proyecto genial.
Además de disminuir la vitalidad, la represión de emociones hace que el cerebro produzca ciertas sustancias (neuropéptidos), que se encargan de mantener este estado de lucha consigo mismo, así como de producir ansiedad y estrés; estos neuropéptidos alteran el correcto funcionamiento del sistema neurológico, endocrino e inmune, conduciendo a la aparición de enfermedades como gastritis, migraña, artritis, diabetes, asma, dolores musculares, cáncer y otras. Con los últimos descubrimientos científicos hemos pasado de saber que las emociones son cosas intangibles, a saber que son moléculas con peso molecular que pueden mantener el organismo en buen o mal estado.
Es necesario sentir las emociones para transformarlas. La solución no es REPRIMIRLAS. Muchas personas son conscientes que no son felices pero no han entrado en su inconsciente para saber qué emoción hay detrás de su infelicidad, en muchas ocasiones atendiendo a personas en mi consultorio, he encontrado que detrás de una depresión hay una inmensa ira, detrás de una conducta agresiva hay un gran temor, detrás de una artritis deformante hay un deseo de venganza reprimido. Recordemos que mente y cuerpo son la cara de una misma moneda, así que podemos ver manifestaciones de las emociones reprimidas en la mente o en cuerpo.
Para explorar y transformar las emociones reprimidas que alteran la salud del individuo, se necesita mucha VOLUNTAD ya que el ser humano está tan acostumbrado a la tristeza, a la angustia, al fracaso, que ya es adicto a estas sensaciones, las células de su cuerpo reclaman están sustancias, pues ya están acostumbradas a ellas, su biología se ha adecuado a su presencia, así que si ya no están a diario, el cuerpo las reclama y el individuo busca situaciones que lo alejen de su día feliz y le permitan volver a crear la emoción a la que es adicto, una buena excusa para producirlas es retrasarse en la llegada a su trabajo para tener la opción de preocuparse o escuchar el noticiero para caer en el antiguo pensamiento de fracaso y de imposibilidad. Esto se hace de manera inconsciente, por esta razón se necesita de CONCIENCIA Y VALENTÍA para poder salir del circulo vicioso que plantean las emociones y las adicciones.
La Terapia Emociones y la Meditación Activa te enseñan a expresar y a trasformar tus emociones en un ambiente seguro, permitiéndote recuperar tu salud y vitalidad.