¿Qué es el estrés y qué podemos hacer para mejorarlo?
La palabra estrés se ha hecho muy famosa en los últimos años. No existe un solo ser humano de nuestra civilización que no la haya usado. El comercio obtiene ganancias astronómicas vendiendo productos y servicios que ofrecen como la solución mágica para el control del estrés, la Medicina ha reconocido su importancia en el desarrollo de las enfermedades y los gobernantes observan su influencia en el comportamiento de la sociedad; se comienzan a buscar soluciones al llamado MAL del SIGLO XXI, las cuales solo tendrán relevancia en el momento en que cada persona asuma su responsabilidad al mirarse interiormente y entienda el motivo de su preocupación para poder iniciar su manejo, de otra forma las medidas que se tomen a nivel global no podrán ser efectivas para generar cambios a nivel individual.
Pero miremos ¿qué es eso del estrés?
El estrés es una respuesta natural del ser humano, pues actúa como un mecanismo de defensa que prepara nuestro organismo para hacer frente a situaciones nuevas que presentan un nivel de exigencia superior al promedio o que se perciben como amenazantes, por ejemplo, si vamos cruzando la calle y de pronto un auto aparece en contravía, todo nuestro mecanismo del estrés se activa para permitirnos salvar la vida, es así como las pupilas se agrandan para mejorar la visión, el oído se agudiza, los músculos se tensan para responder al desafío, la frecuencia cardiaca y respiratoria aumentan de manera que la sangre sea bombeada en forma más abundante para las áreas prioritarias como el corazón, pulmones, hígado, músculos y cerebro, con el propósito de poder dar una respuesta adecuada al peligro.
El mecanismo del estrés fue diseñado para que el ser humano lo experimentara por periodos cortos de tiempo, una vez la amenaza terminara todo el organismo volvería a su funcionamiento promedio, el problema es que el ser humano en la actualidad mantiene su organismo en ALERTA sostenida o en ESTRÉS CRÓNICO como si estuviera continuamente AMENAZADO por situaciones como su estabilidad laboral, su relación de pareja, su estado financiero, el comportamiento de sus hijos, el exceso de trabajo etc…. Ni siquiera los niños se escapan de este flagelo, a ellos los estresa el desempeño escolar, el cumplir con las demandas extracurriculares, la relación de sus padres y el ser aceptado en su grupo social.
Cuando la respuesta natural AMENAZA-HUIDA se activa en exceso o de modo prolongado, da lugar a problemas de salud a corto, medio o largo plazo, así como a una disminución de nuestra capacidad para producir y llevar una vida armónica.
¿Qué podemos hacer al respecto?
Existen muchas formas de manejar el estrés, la primera es darnos cuenta que estamos estresados, todo el mundo experimenta el estrés de manera diferente. Es posible que algunos se enojen fácilmente o estén muy irritables, otros presentan dificultad para dormir, otros sufren de dolores de cabeza o malestar estomacal, otras personas experimentan cansancio excesivo, dolores en el cuello, nerviosismo, presión en el pecho, sudoración en manos, tics, mala memoria, problemas sexuales etc…
Ahora que sabemos qué es el estrés y como se manifiesta, evaluemos qué te está sucediendo en este momento.
¿Qué señales de estrés presentas? Una vez que reconozcas las señales del estrés en tu cuerpo podrás comenzarlo a manejar.
Es también importante que aprendas a reconocer cuales situaciones te provocan estrés, estas situaciones se conocen como tensionantes. Existen diversas situaciones tales como la vida familiar, el trabajo, el manejo del dinero, las relaciones, los problemas de salud, las dificultades en el estudio, el manejo del tiempo. Una vez que comprendas de dónde viene tu estrés puedes adoptar herramientas para lidiar con tus tensionantes.
Ahora que identificaste cómo manifiestas el estrés y cuáles son tus tensionantes, puedes comenzar a realizar cambios en tus rutinas mejorando tu alimentación, haciendo más ejercicio y aumentando las horas de sueño. Sin embargo, la herramienta que más le ha servido a mis pacientes para manejar el estrés ha sido la meditación activa, cuando la realizas frecuentemente aprendes a controlar tus pensamientos y esto te lleva a controlar tus emociones, una vez aprendes este mecanismo la calma regresa al cuerpo y el mecanismo del estrés crónico desaparece haciendo que vuelvas a tu estado natural, ahora solo activarás la respuesta amenaza-huida cuando necesites adaptarte a un nuevo reto y serás capaz de apagarla cuando ya no sea necesaria.
En nuestras redes encontrarás diferentes técnicas para el manejo del estrés, fáciles de implementar que te ayudarán a liberarte y a experimentar una vida mucho más dichosa y productiva.
Dra Zamira López.